Publicado: 17 de Enero de 2020

ESTA MASCOTA SERÁ DECLARADA COMO ESPECIE EXÓTICA INVASORA EN CANARIAS EN 2022

Las iguanas viven en zonas húmedas de las selvas de la América tropical. Son grandes lagartos arbóreos de 2 metros de longitud y más de 15 kg de peso. A pesar de su tamaño, pueden moverse velozmente entre las plantas y son excelentes trepadoras.

Hay que tener presente que es un animal estrictamente herbívoro. Accidentalmente, con las hojas que consumen, pueden comer algún insecto, aunque no es lo que les interesa. Cuando escasea la vegetación se les ha llegado a ver alimentándose de pequeños insectos o animales. En cautividad esto sería muy perjudicial para su salud, una iguana nunca deberá comer un trozo de pollo, por ejemplo.
Es un animal territorial y solitario, es mejor que viva cada uno por separado. Con el tiempo cabe la posibilidad de que puedan convivir dos ejemplares juntos, pero es muy arriesgado y necesitaríamos un espacio bastante grande. El terrario, debe ser lo más amplio posible, lo mínimo son unos 3 metros de alto (recordemos que llegan a medir 2 m), 1 metro y medio de ancho y unos 2 metros de ancho. No debe tener tapas de rejillas o alambres para que no se enganchen los dedos.

Es de suma importancia el control de la temperatura, que debe estar entre 24 y 30 grados por el día y nunca menos de 21 (entre 21 y 24, sería un buen rango) por la noche. Se colocaría algún elemento calefactor (cable, bombilla, no se aconsejan las piedras calefactoras a no ser que estén protegidas) con un termostato para regular la temperatura. Tendremos un termómetro para controlar que el interior del terrario está a la temperatura adecuada. Deberá tomar baños de sol aunque el terrario disponga de tubos de luz UVB, necesarios para la síntesis de la vitamina D. Le pondremos ramas y alguna planta en el interior (cuidado con las plantas tóxicas), para simular su medio, que le sirva para esconderse y trepar, también es conveniente que tenga algún lugar extra donde esconderse. Dispondrán de un recipiente con agua para mantener la humedad del terrario y en el qué puedan tomar sus baños diarios (a veces de horas). Es habitual que defequen en ella por lo que hay que cambiarla a diario.
La alimentación debe ser equilibrada, hay preparados comerciales especiales para iguanas, no alimente nunca a una iguana con dietas para perro o gato, se puede hacer una dieta casera a base de:
– Verduras como acelgas, espinacas, hojas de viña, en menor cantidad coles. Hay muchos vegetales que sirven de alimento como la zanahoria, remolacha cruda o cocida, el hibisco es una planta muy interesante en la alimentación de iguanas.
– Frutas como manzana, pera, plátano, fresa, melocotón…
A la verdura que constituirá la mayoría de la dieta junto con la fruta se le puede añadir de vez en cuando arroz hervido, legumbres cocidas o germinadas; queso fresco entre otros alimentos, eso sí, muy de vez en cuando.
En la clínica te asesoraremos más concienzudamente sobre cómo alimentar a tu iguana de manera equilibrada.
Las iguanas, al igual que muchos otros animales exóticos, son capaces de ocultar una enfermedad debido a su condición natural de presa. Éste hecho hace que sea complicado saber a simple vista si una iguana está enferma. Como casi todas las mascotas exóticas, las enfermedades que suelen padecer las iguanas se deben a lo que denominamos “mal manejo”, dieta desequilibrada, luz e instalaciones inadecuadas por nombrar algunas causas.

Enfermedades más habituales:

  • Parasitosis externa e interna
  • Enfermedad ósea metabólica: ocurre con niveles inadecuados de calcio y/o vitamina D3. Podemos observar fracturas y/o deformaciones de extremidades o boca, inapetencia, estreñimiento, abdomen abultado, temblores… Es necesario acudir al veterinario para corregir el déficit y problemas secundarios con un tratamiento adecuado.
  • Enfermedad renal: es difícil de diagnosticar y ocurre cuando por determinadas causas, por ejemplo deshidratación crónica (ambiente seco) o alimentación con productos de origen animal. Podemos observar inapetencia, deshidratación…
  • Imposibilidad para poner huevos: suele ser secundaria a otros problemas.
  • Traumatismos: por accidentes en el terrario, ataques de perro y gato
  • Infección en la piel que pueden provocar abscesos.
  • Prolapsos: se dice que hay un prolapso cuando se observa una porción de tejido que sale por la cloaca. Éste tejido puede ser el útero, el recto o la propia cloaca, es una situación muy urgente y hasta llegar al veterinario hay que mantenerlo lo más limpio e hidratado posible.