Publicado: 17 de Enero de 2020

Hoy en día hay en el mercado una gran variedad pero las especies más frecuentes pertenecen a los géneros Trachemys, Pseudemys y Graptemys

  • Si no las podemos alojar en un estanque con el agua climatizada, sino en un acuario, éste debe tener profundidad de agua suficiente para que puedan nadar. Así como una rampa que les permita salir del agua para tomar sol directo (no a través de un cristal) o en su defecto los rayos UVB provenientes de una lámpara. En un acuario requieren muchas más atenciones que en un estanque, dado que el volumen de agua es menor, las deposiciones que se descomponen en el agua provocan a veces intoxicaciones fatales.
  • Son animales que crecen muy rápido, hay que ser previsores.
  • Los cambios de agua, aunque sean parciales y sobre todo en épocas de calor serán diarios.
  • Es imprescindible una temperatura adecuada, entre 25 y 28 grados (al ser animales ectodermos). Estarán siempre activas, alimentándose bien y se mantendrá su buena salud durante mucho tiempo. El manejo inadecuado es la primera causa de visitas al veterinario.
  • Es fácil proporcionar una alimentación equilibrada y además muy barata, mejor que el pienso seco que nos ofrecen las tiendas de mascotas, lo ideal son peces de tamaño adecuado para que puedan ser ingeridos de dos o tres bocados. Hay una época del año que se encuentran fácilmente en las pescaderías, podemos aprovechar y aprovisionarnos para todo el año congelándolo.
  • Los galápagos mencionados, de jóvenes son carnívoros y de mayores se vuelven más herbívoras/omnívoras, lo cual es bastante curioso y se debe a que al ralentizarse el crecimiento la necesidad de proteínas disminuye.
  • Las tan comunes gambitas se componen casi exclusivamente de quitina y aunque presentan proteína está muy desequilibrada, una tortuga que solo come gambitas está condenada a padecer graves desórdenes en su salud.

En la Clínica Exotia Santa Úrsula te asesoraremos, la alimentación es una de las cuestiones más importantes.

Enfermedades más habituales:

  • Hipovitaminosis D: la tortuga (cuando ya tiene más de 4 ó 5 meses) tiene el caparazón demasiado blando. Ocurre por dieta inadecuada y/o falta de radiación ultravioleta.
  • Hipovitaminosis A: los síntomas más comunes son ojos inflamados, a veces no pueden ni siquiera abrirlos. La causa es la dieta inadecuada.
  • Lesiones en las patas, cola o caparazón, por mordeduras de las compañeras o de otros animales, son muy frecuentes las caídas desde grandes alturas (balcones o terrazas) con fracturas de caparazón, esto es una urgencia médica y debes acudir a la clínica para buscar ayuda.