Publicado: 17 de Enero de 2020

Pertenecen a la familia de los agámidos, son originarios de las regiones desérticas y semidesérticas de Australia. Son diurnos, omnívoros y terrestre-semiarborícolas. Miden alrededor de los 20-25 cm, en esta especie la cola es tan larga como el propio cuerpo, la longitud corporal total en esta especie se sitúa en torno a 40 – 45 (las hembras son un poco más pequeñas).

El macho presenta poros femorales y preanales (parecido a las iguanas y dragones de agua chinos) más marcados que las hembras. Las hembras son más pequeñas, y tienen una cabeza menor y menos maciza que los machos. La apertura cloacal de las hembras también es más pequeña, las escamas que rodean esta son más pequeñas, y no distinguimos los dos abultamientos en la cola de los hemipenes.

Son pacíficos, se adaptan bien a la presencia del hombre, reproduciéndose con relativa facilidad en cautividad. Su comportamiento con otros miembros de su especie es territorial.

La esperanza de vida en cautividad es de unos 7-12 años.

El terrario, debe ser lo más grande posible, las dimensiones mínimas del terrario para una pareja serán de 130 x 60 x 50 cm.
Estos animales necesitan recibir rayos UVA/B, es decir, un espectro total de luz, con 10 horas de luz al día es suficiente. En el mercado podemos encontrar todo lo suficiente. Emplearemos mantas térmicas para la calefacción. Son necesarios varios puntos focales de calor por animal, o uno por territorio que sea lo suficientemente extenso, para crear un gradiente térmico, aunque en esta especie no es muy importante. La temperatura ambiental tiene que ser de 27 a 28º C, alcanzando localmente y coincidiendo con los puntos focales de calor los 37 – 39º C. Por la noche las temperaturas bajarán hasta los 18 – 22º C.
No necesitan una humedad ambiente elevada, por lo tanto el terrario podría ser construido de madera, con el frontal de cristal, y para contar con una ventilación adecuada una rejilla en la parte baja de un lateral y la otra en el techo.
Como substrato emplearemos arena fina con un espesor de 5 a 7 cm proveer de refugios, uno por animal, los más separados posible por todo el alojamiento, se pueden hacer de muchas maneras y con muchos materiales. El refugio tiene que contar con un orificio de entrada y otro de salida, y espacio suficiente para que nuestra mascota pueda dar la vuelta en su interior. Deberán contar con lugares por los que trepar y encaramarse como ramas, troncos y piedras, que además les servirán para delimitar su territorio.
Deben disponer agua para beber, para bañarse. El recipiente del baño solo estará disponible unas horas al día ya que puede elevar la humedad del terrario por encima de los niveles deseados.
Los individuos jóvenes son extremadamente voraces, si no cuentan con “suficiente alimento” pueden llegar a atacar a otros ejemplares amputándoles los dedos y punta de las colas. Los adultos ingieren proteínas animales pero en menor proporción que en las primeras etapas de su vida, sustituyendo esta alimentación por vegetales.

La materia vegetal y las frutas son el otro componente esencial de la dieta de estos lagartos. Los ejemplares de 4 a 18 meses se alimentan de insectos una vez al día, y alimento vegetal 3 veces por semana. A partir de esta edad podemos empezar a darles ratones sin pelo como algo ocasional. A los adultos se les alimenta a diario o en días alternos con presas y alimento vegetal.

Enfermedades comunes:

– Abscesos cutáneos
– Disecdisis
– Estomatitis
– Enfermedad ósea metabólica
– Gota
– Ingestión de cuerpos extraños
– Neumonía
– Obesidad
– Parasitosis
– Salmonelosis
– Urolitiasis